El restaurante diseñado por Wong Kar-wai para PRADA en Shanghai.

Nace “Mi Shang”, un restaurante de película de la mano de Wong Kar-wai.

Cuando Prada decidió abrir su primer espacio gastronómico independiente en Asia, no buscó solamente una buena ubicación o un chef estrella. Quiso crear una experiencia total. Por eso, la firma italiana eligió asociarse con uno de los cineastas más visionarios del siglo XXI: Wong Kar-wai 王家衛 cuya serie para televisión «Blossoms Shanghai» es considerada por muchos como una carta de amor a la ciudad.

El resultado de esta colaboración es “Mi Shang” 迷上, un restaurante–concepto ubicado en la emblemática mansión Rong Zhai 荣宅 de Shanghái, de principios del Siglo XX, en el que la gastronomía, el arte y el cine se funden en un único universo.

Este espacio no es simplemente un lugar para comer: es una escenografía habitable, una película en la que cada visitante se convierte en protagonista, gracias a la mirada del director hongkonés, cuya influencia estética y emocional se percibe en cada detalle.

Wong Kar-wai, director de sensaciones

Con su estilo visual inconfundible, Wong Kar-wai ha construido a lo largo de tres décadas un universo cinematográfico poético, melancólico y lleno de belleza suspendida. Películas como In the Mood for Love, 2046 o Happy Together no solo son referentes del cine mundial, sino también de la estética contemporánea.

La colaboración con Prada en “Mi Shang” no es su primer cruce con el mundo de la moda, pero sí uno de los más ambiciosos: aquí no solo ha dirigido una campaña o un corto, sino que ha construido una narrativa espacial, emocional y multisensorial que se experimenta caminando, observando, respirando.

El mismo nombre del proyecto, Mi Shang 幂庠, nace de un juego semántico y simbólico profundamente cinematográfico. El primer carácter, 幂 , sugiere una energía invisible que lo impregna todo. El segundo, 庠 xiáng, remite a un espacio de aprendizaje y encuentro. Es decir: un lugar donde suceden cosas, donde las miradas se cruzan, donde las historias se insinúan. Exactamente como en las películas del director.

De película: un restaurante como experiencia inmersiva

El concepto visual principal de “Mi Shang” se basa en la técnica Tête-bêche, una forma de impresión en la que dos imágenes se colocan en espejo. Wong Kar-wai se inspiró en esta estructura dual para diseñar un espacio que juega con los reflejos, la repetición, la asimetría y la sugerencia. En lugar de narrar una historia lineal, el director ha creado un lugar donde las emociones surgen de lo no dicho, de lo que se insinúa con una luz tenue o un encuadre inesperado.

Los espejos estratégicamente colocados, las texturas suaves, las luces cálidas, los rincones ocultos y los pasillos que recuerdan los decorados de 2046 invitan a perderse. Todo está pensado para evocar una experiencia íntima, onírica, casi fuera del tiempo. Los visitantes entran como espectadores, pero pronto se convierten en parte de la escena.

Wong Kar-wai no ha trabajado aquí como diseñador de interiores, sino como cineasta expandido. Su lenguaje visual, profundamente vinculado a la emoción, está presente en la disposición de las mesas, en la elección de los colores, en el ritmo espacial del lugar. Cada estancia está concebida como un fotograma en movimiento. Wong Kar-wai ha respetado los murales originales, los suelos de madera y las ventanas de época, pero los ha reinterpretado con su sensibilidad cinematográfica.

Alta cocina con guion emocional

Aunque el foco está en la estética y la narrativa, la experiencia gastronómica de Mi Shang está a la altura de la escenografía. El chef Lorenzo Lunghi, formado en restaurantes con estrellas Michelin, ha diseñado un menú que cruza fronteras culturales con elegancia.

Los platos combinan sabores italianos y chinos, interpretados con técnica y sensibilidad. Hay risottos al té negro, ravioli de cangrejo con albahaca, carpaccios con vinagreta de sésamo y otras creaciones que dialogan con la tradición, sin reproducirla literalmente. Cada plato es como una escena: tiene textura, ritmo, contraste.

Una invitación a vivir en cámara lenta

Desde su apertura el 31 de marzo de 2025, Mi Shang ha capturado la atención no solo del mundo de la moda y la gastronomía, sino también de los amantes del arte y el cine. Es un espacio para aquellos que buscan algo más que una comida o un producto: buscan una experiencia. Como en las películas de Wong Kar-wai, aquí el tiempo se dilata, los silencios cuentan más que las palabras y los detalles construyen una emoción que permanece después de salir.

Las reservas se realizan exclusivamente a través de la mini aplicación de WeChat “Mi Shang Prada Rong Zhai”.

Noticia completa ELLE

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